sábado, 14 de abril de 2018

Los monólogos de Segismundo en La vida es sueño

De La vida es sueño, obra capital de Calderón de la Barca, destacan los monólogos de su protagonista, con gran carga filosófica. En el primero, el protagonista se pregunta  las razones de su prisión, en la que vive desde niño (está en ella por orden de su padre, para evitar que se cumplan las predicciones que le hicieron al nacer sus hijo).  Sigue este primer monólogo en la última versión de  la Compañía Nacional de Teatro Clásico, con Blanca Portillo en el papel del príncipe cautivo: 



Una vez es liberado, confirma los males pronósticos en cuanto a su comportamiento, lo que motiva que vuelva a prisión y piensa que su liberación no fue sino un sueño. También entonces reflexiona en voz alta en este otro monólogo en décimas:

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,               5
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?                     10

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,           15
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.                 20

  Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida?  Un frenesí.                25
¿Qué es la vida?  Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.                     30



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