domingo, 20 de diciembre de 2015

Tema 7- La novela europea en el S. XVIII. Los herederos de Cervantes y de la picaresca española en la novela inglesa.



Al comenzar el siglo, aunque el índice de analfabetismo era todavía alto, la población lectora había aumentado bastante, sobre todo entre la clase burguesa y entre las mujeres de las clases acomodadas. Esto influyó en la difusión del conocimiento y de la literatura, que dejó de ser exclusiva de la aristocracia y se extendió a la creciente burguesía. Por otra parte, la actitud crítica característica del pensamiento ilustrado se vio reflejada en el auge de la sátira y de la ironía en la literatura europea. En Francia, el ilustrado Voltaire (tema 6) atacó sin piedad la intolerancia religiosa, la injusticia y la superstición con un lenguaje claro y directo. La ironía y la sátira de costumbres fueron también muy del gusto inglés. 

Escena costumbista londinense de Hogarth, pintor satírico inglés del XVIII

La novela epistolar alcanzará en este siglo un gran auge. El artificio narrativo de la fingida correspondencia entre dos interlocutores garantizaba la verosimilitud exigida por el pensamiento ilustrado, a la vez que permitía el análisis contrastado de la realidad desde diversos puntos de vista y la introducción de reflexiones y digresiones sobre temas diferentes. Por otro lado, su confidencialidad conectaba con la sensibilidad del lector, especialmente la del público femenino, que se sentía más implicado en el texto como testigo directo de la interioridad de los personajes. Montesquieu había establecido el  modelo con sus Cartas persas (1721). Posteriormente el género adoptó un punto de vista más psicológico con Richardson (Pamela, 1740) y Choderlos de Laclos (Las amistades peligrosas, 1782). La autobiografía también se fomenta en este siglo debido al deseo de dotar a los textos ficcionales de autenticidad y verosimilitud. Se acentuó así la preferencia por la primera persona narrativa y fue habitual, como en la novela epistolar, el relato de las propias experiencias a modo de memorias o autobiografía: Confesiones de Rousseau (1789) es una de las referencias obligadas al hablar de las memorias en el siglo XVIII.

La novela es, junto con el ensayo, el género de mayor importancia durante el siglo XVIII. Se pueden distinguir dos tendencias fundamentales:

a) La novela didáctica o satírica, relacionada con los planteamientos del pensamiento burgués de exigir a la narración verosimilitud, que utiliza como recurso frecuente del libro de viajes, con el que sitúa a un protagonista como testigo de diversos hechos reales o ficticios en el marco de culturas propias o ajenas. Daniel Defoe (Robinson Crusoe, 1719) y Jonathan Swift (Viajes de Gulliver, 1726) son los ejemplos más destacados.

b) La novela sentimental, que abre el camino a la novela romántica, estaba centrada en el análisis de los sentimientos y reflejaba los nuevos gustos que estaba imponiendo la burguesía. Este tipo de novela utilizó con frecuencia la forma epistolar. Entre los representantes del género destacan Richardson (Pamela o la virtud recompensada, 1740), Rousseau (Julia o la nueva Eloísa, 1761) y Bernardin de Saint Pierre (Pablo y Virginia, 1788).


LA NARRATIVA INGLESA: EL NACIMIENTO DE LA NOVELA BURGUESA

La novela moderna en Inglaterra se inicia con la obra de DANIEL DEFOE (1660-1731). Defoe era un comerciante con formación religiosa que dedicó los últimos años de su vida a la escritura. Su primera novela, Robinson Crusoe (1719), supuesta narración autobiográfica del joven aventurero Robinson que naufraga en una isla desierta, en la cual permanece 27 años hasta que consigue ser rescatado. Durante todo este tiempo tiene que adaptarse a las condiciones de vida en la isla, primero en completa soledad, después en compañía del nativo Viernes. Es una historia de superación personal, de lucha en solitario del hombre frente a las circunstancias, que representa el valor del individuo frente a la sociedad, en una naturaleza de la que aprende sus reglas y a la que logra dominar mediante la razón, lo que se ha interpretado como modelo o justificación del colonialismo inglés. En Moll Flanders (1722) Defoe narra la vida de la protagonista desde su nacimiento, en el seno de una familia muy pobre, hasta que con su astucia y esfuerzo consigue ascender en la escala social.

JONATHAN SWIFT (1667-1745) nació en Dublín; su compromiso por mejorar la situación de Irlanda lo llevó a intervenir activamente en política a lo largo de toda su vida. En Inglaterra realizó estudios eclesiásticos y se ordenó por la iglesia anglicana. Su capacidad satírica que alcanzará su máxima expresión en Los viajes de Gulliver (1726). La acción de este libro transcurre, en la primera parte, en el país de Liliput, cuyos habitantes son unos seres diminutos. La segunda parte se desarrolla en el país de los gigantes, en el que Gulliver se convierte en el juguete de una niña. La tercera parte transcurre en el país de Laputa, formado por un territorio fijo y una isla volante. Y la cuarta, que encierra una crítica social más amarga, se desarrolla en el país de unos caballos, los houyhnhnms, que tienen una sociedad muy bien organizada. El artificio del viaje le permite a Swift hacer un curioso recorrido por países y sociedades de costumbres muy diferentes que le sirve para acentuar el contraste y la perspectiva crítica. El resultado es una amarga reflexión sobre la condición humana y la corrupción social. Ridiculiza el comportamiento humano en las sociedades civilizadas y hace sátira de las ciencias, de los inventores y los matemáticos, de la guerra, la justicia...

SAMUEL RICHARDSON (1689-1761) puede considerarse como el padre de la novela sentimental. Son notas comunes a sus obras Pamela o la virtud recompensada (1740) y Clarissa la forma epistolar y el tema de la honra. En Pamela, se narra la historia de una sirvienta que resiste a los continuos intentos de seducción de su patrón hasta que consigue llevarlo al matrimonio. Las tramas lacrimógenas le dieron éxito, pero también le convirtieron en objeto de duras críticas. No faltaron parodias de los folletines de Richardson, como Shamela de Henry Fielding. Géneros del sigo XX como la novela rosa o la telenovela tienen su primer antecedente en Richardson.
HENRY FIELDING (1707-1754), novelista y dramaturgo inglés, destaca por la orientación satírica y humorística de su producción novelística. La historia de Tom Jones, expósito (1749), su obra más conocida, es una novela picaresca en primera persona que relata la vida y aventuras del joven y apuesto protagonista. Abandonado de bebé, creció al cuidado del bondadoso señor Allworthy junto a su hijo. Ya joven, sus pretensiones hacia Sophia Western, la hija de un acaudalado aristócrata, hacen que sea expulsado de la casa. A partir de entonces comienzan sus andanzas, que incluso le llevan a la cárcel. Concluye la novela con el ansiado matrimonio con Sophia, que se logra consumar al descubrirse que en realidad es hijo de la hermana del señor Allworthy, su protector. La sociedad de la época aparece retratada con un amplio abanico de personajes de todas las clases sociales

El clérigo irlandés LAWRENCE STERNE (1713-1768) es la  última de las grandes figuras de la novela inglesa del XVIII. Admirador de Cervantes, Rabelais y Swift, Sterne es un escritor que se adelantó a su tiempo. Su obra cumbre, Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy (1767), difícil de catalogar, no fue entendida por la crítica del momento. 

Juegos gráficos en Tristram Shandy
Se publicó por entregas a lo largo de ocho años en nueve volúmenes, a modo de autobiografía del narrador. Sin embargo las continuas anécdotas y digresiones, retratos y escenas humorísticas, alusiones a escritores, pensadores y filósofos, van retardando la trama central, que queda así diluida. Su singularidad formal reside en la experimentación estructural, en la utilización de recursos gráficos poco usuales, como dejar una página en negro, emplear distintos tipos de letra, puntos suspensivos... Emplea además un lenguaje informal, directo y atrevido, con fragmentos en latín y francés, juegos de palabras y dobles sentidos. Con todo ello hace una parodia, con claras reminiscencias cervantinas, de las técnicas narrativas del momento


INFLUENCIA DE LA PICARESCA Y DE CERVANTES EN LA NOVELA DEL SIGLO XVIII

La novela moderna surge en la Inglaterra de la primera mitad del siglo XVIII a partir de la senda abierta en España en los dos siglos anteriores por la novela picaresca y el Quijote, que dieron entrada a la realidad sin moralizarla en un sentido religioso. Se va abandonando, para las narraciones ficticias en prosa, la opción denominada en inglés romance: ficciones fantásticas, idealizadas y escapistas protagonizadas por caballeros andantes o héroes de la antigüedad. El nuevo género literario elige lo verosímil y va manifestándose gradualmente como el medio más apto para expresar de manera realista las características de la sociedad. Así, la novela picaresca aporta a los autores europeos del siglo XVIII un modelo narrativo en el que destaca la verosimilitud, la parodia, el reflejo crítico de la sociedad y un estilo sencillo. No obstante, encontramos huellas más concretas de su influencia en Moll Flanders, de Daniel Defoe. Esta obra cumple las características propias del género picaresco: narración en episodios, evolución del personaje en función de los hechos que le suceden, cambio de clase social de la protagonista, el engaño como principio de actuación, fingimiento narrativo por el cual el autor se hace pasar como editor, etc. En Francia, la principal muestra del género picaresco es la Historia de Gil Blas de Santillana (1715-35) de Alain-René Lesage.

Edición inglesa del Quijote
La obra de Cervantes influye en la narrativa europea del siglo XVIII por la parodia de los géneros y el humor irónico que, al poner en cuestión los modelos narrativos existentes, abre el camino hacia una nueva forma de novela; y, sobre todo, por la evolución que presentan sus personajes. Este último rasgo es la enseñanza fundamental que aprenden los escritores ingleses y franceses. En el Quijote los personajes se transforman, no son estereotipos iguales desde la primera hasta la última página. Son seres muy distintos a los que ofrecían los modelos narrativos de siglos anteriores, el caballero de los libros de caballerías, el pastor de la novela pastoril, o la pareja de enamorados de la novela bizantina. A don Quijote y a Sancho según les van ocurriendo cosas van actuando de manera diferente. Esto crea en el lector una expectativa, pues nunca sabe cómo el héroe va a resolver los obstáculos que se le presentan y, por tanto, desconoce cuál será el desenlace de la narración, a diferencia de lo que ocurría con los géneros de ficción citados anteriormente. En definitiva, la herencia cervantina tuvo en Inglaterra tanta fuerza, que contribuyó a la creación de obras con auténtica calidad literaria. Henry Fielding escribió una obra de teatro, Don Quixote in England (1727), y afirma que Joseph Andrews está escrita, como indica su subtítulo  "a la manera de Cervantes", mientras que en Tom Jones el paralelismo parece claro en la relación entre amo y criado. En los Viajes de Gulliver, de Swift o en el Tristam Shandy, de Sterne se busca la parodia de las formas narrativas de moda en ese momento, como Cervantes hizo parodia de los libros de caballerías.









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