sábado, 10 de marzo de 2012

Las heridas amorosas de Juan de la Cruz...


...se trasladaron a una composición conocida como Llama de amor viva , su tercera obra mayor tras la Noche oscura y el Cántico. La traigo al cuaderno de apuntes por tres razones: la primera, para que la disfrutéis; la segunda, para que notéis que está compuesta en sextetos-lira, una variante de seis versos de la lira ; y la tercera, para que percibáis el uso del oxímoron (ese sintagma que casa un sustantivo con un adjetivo opuesto, tan propio de la tópica amorosa),en la segunda estrofa (un cauterio era un utensilio médico usado para cerrar las heridas por medio del calor al que se le aplica el adjetivo suave).


¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!;
pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.

¡Oh cauterio suave!,
¡oh regalada llaga!,
¡oh mano blanda!, ¡oh toque delicado,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!
Matando, muerte en vida la has trocado.

¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego
con extraños primores
calor y luz dan junto a su querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!

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