Sigue un ejemplo de los romances de Lope de los que hablábamos esta mañana. Ya comentamos que el primero de los grandes
amores de Lope de Vega fue la madrileña Elena Osorio, hija de un empresario
teatral al que vendía sus primicias dramáticas. Su noviazgo acabó en 1587, tras
la irrupción de un pretendiente más rico y la reacción airada de Lope, que no
aceptó ser relegado y aireó sus relaciones, por lo cual fue acusado de
difamación y consecuentemente desterrado. Esta cadena de incidentes motivó este
y otros romances, todos de ambiente morisco, recogidos en el Romancero nuevo.
Nótese cómo Lope (Zaide) cede la voz a Zaida (Elena) para que enumere sus
virtudes y su gran defecto, la indiscreción, causa en parte de su ruptura. No
le faltaba razón a la Osorio,
puesto que el Fénix nunca pudo evitar convertir en literatura sus pasiones
«Mira, Zaide, que te aviso
que no pases por mi calle,
ni hables con mis mujeres,
ni con mis cautivos trates,
que no pases por mi calle,
ni hables con mis mujeres,
ni con mis cautivos trates,
no preguntes en qué entiendo1 5
ni quién viene a visitarme,
qué fiestas me dan contento
o qué colores me aplacen2;
ni quién viene a visitarme,
qué fiestas me dan contento
o qué colores me aplacen2;
basta que son por tu causa
las que en el rostro me salen, 10
corrida3 de haber mirado
moro que tan poco sabe.
las que en el rostro me salen, 10
corrida3 de haber mirado
moro que tan poco sabe.
Confieso que eres valiente,
que hiendes, rajas y partes4,
y que has muerto más cristianos 15
que tienes gotas de sangre;
que hiendes, rajas y partes4,
y que has muerto más cristianos 15
que tienes gotas de sangre;
que eres gallardo jinete,
que danzas, cantas y tañes,
gentil hombre, bien criado5
cuanto puede imaginarse; 20
que danzas, cantas y tañes,
gentil hombre, bien criado5
cuanto puede imaginarse; 20
blanco, rubio por extremo,
señalado entre linajes,
el gallo de las bravatas,
la nata de los donaires6,
señalado entre linajes,
el gallo de las bravatas,
la nata de los donaires6,
y pierdo mucho en perderte 25
y gano mucho en amarte,
y que si nacieras mudo
fuera posible adorarte;
y gano mucho en amarte,
y que si nacieras mudo
fuera posible adorarte;
y por este inconviniente
determino de dejarte, 30
que eres pródigo de lengua7
y amargan tus libertades;
determino de dejarte, 30
que eres pródigo de lengua7
y amargan tus libertades;
y habrá menester8 ponerte
quien quisiere sustentarte
un alcázar en el pecho 35
y en los labios un alcaide9.
quien quisiere sustentarte
un alcázar en el pecho 35
y en los labios un alcaide9.
Mucho pueden con las damas
los galanes de tus partes10,
porque los quieren briosos,
que rompan y que desgarren; 40
los galanes de tus partes10,
porque los quieren briosos,
que rompan y que desgarren; 40
mas con esto, Zaide amigo,
si algún convite te hacen
al plato de sus favores
quieren que comas y calles.
si algún convite te hacen
al plato de sus favores
quieren que comas y calles.
Costoso fue el que te hice; 45
venturoso fueras, Zaide,
si conservarme supieras
como supiste obligarme11.
venturoso fueras, Zaide,
si conservarme supieras
como supiste obligarme11.
Apenas fuiste salido
de los jardines de Tarfe12, 50
cuando hiciste de la tuya
y de mi desdicha alarde.
de los jardines de Tarfe12, 50
cuando hiciste de la tuya
y de mi desdicha alarde.
A un morito mal nacido
me dicen que le enseñaste
la trenza de los cabellos 55
que te puse en el turbante.
me dicen que le enseñaste
la trenza de los cabellos 55
que te puse en el turbante.
No quiero que me la vuelvas,
ni quiero que me la guardes,
mas quiero que entiendas, moro,
que en mi desgracia la traes. 60
ni quiero que me la guardes,
mas quiero que entiendas, moro,
que en mi desgracia la traes. 60
También me certificaron13
cómo le desafiaste
por las verdades que dijo,
que nunca fueran verdades.
cómo le desafiaste
por las verdades que dijo,
que nunca fueran verdades.
De mala gana me río; 65
¡qué donoso disparate!
No guardas tú tu secreto
¿y quieres que otri14 le guarde?
¡qué donoso disparate!
No guardas tú tu secreto
¿y quieres que otri14 le guarde?
No quiero admitir disculpa;
otra vez vuelvo a avisarte 70
que ésta será la postrera
que me hables y te hable.»
otra vez vuelvo a avisarte 70
que ésta será la postrera
que me hables y te hable.»
Dijo la discreta Zaida
a un altivo Abencerraje15,
y al despedirse repite: 75
«Quien tal hace, que tal pague».
a un altivo Abencerraje15,
y al despedirse repite: 75
«Quien tal hace, que tal pague».
1en qué
entiendo: a qué me dedico. 2aplacen: gustan, placen. 3corrida: avergonzada; de ahí las colores (femenino en la época) que
en el rostro le salen. 4hiendes, rajas y partes: es decir, que
es hábil con la espada o con el alfanje. 5gentil hombre, bien criado: educado y cortés. 6la nata de los donaires: el rey de la
fiesta, diríamos hoy. 7pródigo de lengua: muy hablador. 8habrá menester: necesitará. 9alcaide: responsable de la guardia de un castillo o fortaleza. 10los galanes de tus partes:
tus atributos y cualidades. 11obligarme:
conquistarme. 12Tarfe:
población cercana a Granada. 13certificaron: aseguraron. 14otri: otro. 15Abencerraje: familia noble musulmana, de
recuerdo legendario; fue aniquilada completamente por sus rivales en la corte
nazarí de Granada.
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