sábado, 6 de diciembre de 2014

Tema 6.- El desarrollo del espíritu crítico la Ilustración. La Enciclopedia. La prosa ilustrada.



El pensamiento ilustrado surge en Francia y se extiende por toda Europa a lo largo del siglo XVIII. El cambio se hace posible gracias al espíritu crítico con el que se empiezan a cuestionar las creencias establecidas en todos los aspectos del pensamiento. El movimiento ilustrado se basó en la plena confianza en la razón por encima de la fe como medio para alcanzar el progreso. Esta nueva corriente filosófica se ve intensamente influida por el racionalismo de Descartes, que afirma que la razón es la base del saber, así como por el empirismo, del que se desprende la idea de que el conocimiento ha de pasar necesariamente por la experiencia sensible (ambas vías bien sintetizadas por Kant). Durante este periodo, el afán de conocimiento aleja a los pensadores de las creencias religiosas y la convicción de que el progreso conduce a la felicidad desemboca en el optimismo humanista. El espíritu ilustrado propicia la fundación de instituciones creadas al servicio del estudio y fomenta el ideal del hombre cultivado capaz de mostrar su agudeza como librepensador. Ello supone la revisión crítica de las ideas tradicionales y el nacimiento del pensamiento moderno, a partir de la búsqueda de la verdad científica. La educación, en este contexto, adquiere una función decisiva: debe ir dirigida a toda la sociedad, y ha de contribuir a liberar a la gente de la ignorancia y de la superstición. Debe tener como finalidad el progreso y la búsqueda de la felicidad humana


Paralelamente se difunden en la sociedad francesa, y después en las sociedades europeas y americanas, las ideas de tolerancia, igualdad, fraternidad, libertad, así como la visión positiva y optimista del progreso.  En el espíritu ilustrado está el germen de la independencia de los Estados Unidos, de la Revolución Francesa y del liberalismo político del s. XIX, así como de las democracias modernas.  En el arte, el movimiento dominante será el Neoclasicismo, que se extiende por Europa en la 2ª mitad del siglo. Supone una vuelta al mundo grecolatino, especialmente a los ideales artísticos de norma, belleza, mesura, proporción y utilidad. La literatura neoclásica tendrá, por consiguiente, un fin didáctico y educativo y servirá para difundir las ideas del momento. Por esta razón, el ensayo, género reciente, y la novela filosófica gozarán de un gran desarrollo.


Para cumplir con sus propósitos, los ilustrados desarrollarán un proyecto ambicioso: la Enciclopedia Francesa, la obra más emblemática del espíritu ilustrado. Se trata de una recopilación ordenada alfabéticamente de todos los conocimientos que constituían los diferentes campos del saber en el s. XVIII. Dirigida por Diderot y D’Alembert, fue compuesta entre los años 1751 y 1780, y en ella colaboraron escribiendo artículos los principales intelectuales del s. XVIII (entre ellos Voltaire, Rousseau y Montesquieu). Constaba de 35 volúmenes. Además de divulgar los conocimientos, pretendía organizar y sistematizar de forma racional el saber y la ciencia. Contenía ideas revolucionarias sobre política, educación, religión, etc., por lo que tuvo problemas con la censura y dio lugar a agrias polémicas.

AUTORES
El  barón de Montesquieu (1689-1755), tras viajar por Europa y observar las costumbres de diversos pueblos, se recluyó en su castillo para reflexionar y escribir. Las dos obras principales de Montesquieu son Cartas persas y El espíritu de las leyes. La primera está escrita en forma epistolar, y es un supuesto intercambio de cartas entre dos persas que residen en París y sus familiares que viven en su tierra de origen. En ellas, el autor critica las costumbres francesas y europeas de su tiempo, al tiempo que da cuenta de los problemas sociales, políticos y religiosos de la época. En esta obra se inspiró Cadalso para escribir sus Cartas Marruecas. El espíritu de las leyes es un ensayo que contiene algunos fundamentos del liberalismo político que tendrán una enorme influencia posterior. En esta obra se muestra partidario de la división de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. 
Jean D’Alembert (1717-1783) fue, además de codirector del proyecto enciclopédico, el autor de los artículos relativos a las Matemáticas. También redactó el conocido “Discurso preliminar”, en el que describe al movimiento intelectual europeo desde el Renacimiento. 

Denis DIDEROT
Denis Diderot (1713-1784), fue el planificador y principal director de La Enciclopedia, a la que contribuyó con más de novecientos artículos. Escribió obras de teatro y, así como varias novelas: La religiosa, confesiones de una monja sin vocación, Jacques el fatalista, un diálogo entre Jacques y su amo en el que se entrelazan múltiples historias, y El sobrino de Rameau, cuyo protagonista resume las principales ideas del autor. Escribió, además, obras filosóficas, crítica de arte, novela y teatro. En cuanto a la educación, Diderot defendía un sistema de educación pública dirigido por el Estado.  

Voltaire (1694-1778)  ya en su juventud sufrió un año de cárcel por sus escritos revolucionarios, y fue posteriormente desterrado durante tres años a Inglaterra, donde conoció la literatura inglesa y las nuevas corrientes científicas y filosóficas. Fue un racionalista de espíritu libre, crítico e independiente que defendió en todos sus escritos la tolerancia, el progreso, la igualdad, las libertades políticas e individuales del ciudadano, etc., ideas que abrirán la puerta a la Revolución Francesa y a una nueva etapa en la humanidad. Gozó de una extraordinaria fama y ejerció una gran influencia en la vida intelectual del s. XVIII europeo. Cultivó los géneros más variados: filosofía (Diccionario filosófico), historia (Ensayo sobre las costumbres y espíritu de las naciones), teatro (Edipo), narrativa (Cándido o el optimismo, El ingenuo), crítica literaria, poesía… Su novela más importante es, sin duda, Cándido o el optimismo. Es una novela de carácter filosófico en la que Voltaire satiriza el optimismo de Leibniz, representado en la novela por el personaje del filósofo Pangloss, preceptor de Cándido. Este Pangloss cree que vivimos en el mejor de los mundos posibles. La obra, sin embargo, no hace más que representar una realidad bien diferente: los continuos infortunios que sufre el protagonista en Europa y en América y los males del mundo.   

J. J. Rousseau (1712-1778)  es conocido, además de por su colaboración en la Enciclopedia, por obras de distintos géneros: Confesiones, El contrato social, Emilio y la novela La nueva Eloísa. Emilio es un texto de carácter doctrinal acerca de la educación. En ella el propio escritor, transformado en personaje, es el preceptor de un niño huérfano llamado Emilio, que lo educa hasta el matrimonio. Rousseau considera que es preciso rebelarse contra la nefasta influencia que la sociedad ejerce en el desarrollo del hombre. Cree en la bondad innata y natural de los seres humanos, de ahí que considere que la educación debe tener por maestra la misma naturaleza. Fue una obra muy polémica, censurada por la Sorbona y por el Parlamento de París. Sin embargo, su influencia en el pensamiento pedagógico posterior ha sido decisiva. La nueva Eloísa es una novela epistolar de tema amoroso y carácter filosófico, que obtuvo un éxito enorme tras su publicación. Los amores de los protagonistas son perfectamente naturales, pero la sociedad se muestra contraria a ellos y los llevan a un trágico final. A partir de este tema, Rousseau expone sus ideas acerca de la sociedad, el matrimonio, la religión, la moral, la educación, etc. Por la presencia del sentimentalismo y la emoción ante la naturaleza, Rousseau puede ser considerado también como un prerromántico.

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