lunes, 19 de noviembre de 2012

El destierro del Cid en versión de Manuel Machado





 A Manuel Machado, cuya imagen reproduce la foto superior, le debemos algunos de los poemas más logrados de principios del pasado siglo. Probablemente el más conocido (casi tanto como los de su hermano Antonio) sea este "Castilla" que recogió en el poemario Alma y dedicó al también poeta Manuel Reina. En el mismo versiona un famoso pasaje del Cantar de Mío Cid.

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos,
-polvo, sudor y hierro- el Cid cabalga.

Cerrado está el mesón a piedra y lodo...
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas, el postigo
va a ceder... ¡Quema el sol, el aire abrasa!

A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca,

en el umbral. Es toda
ojos azules; y en los ojos, lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.

“¡Buen Cid! Pasad... El rey nos dará muerte,
arruinará la casa
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El Cielo os colme de venturas...

En nuestro mal ¡oh Cid! No ganáis nada.”
Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita: “¡En marcha!”

El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.

Añado un enlace con algún buen comentario de este texto que cuelga de la red.

1 comentario:

  1. Hacía mucho tiempo que buscaba este poema. Le tuve una vez en mis manos y desapareció. Le buscaba por Antonio Machado. Era un error. Me fascinó cuando le leí ¡¡¡ Ya lo tengo!!!.

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